18 nov 2013

Cookies Irresistibles


Hoy os traigo una receta de las que os harán triunfar para siempre, una receta top, una receta que os proporcionará de inmediato la felicidad más pura. Estas cookies son lo más de lo más. Aromáticas 100%, tiernas y sabrosas... y encima con chocolate, ¡mmmmm!... Si es que por algo son las favoritas de mi hermana (prueba inequívoca del inmenso poder de estas cookies, capaces de seducir incluso a los no-golosos). Nadie se resiste a ellas, de ahí el título del post.


Y... ¿sabéis cuál es el secreto? Pues un simple ingrediente: la mantequilla de cacahuete. Y ahora me confieso: yo tenía muuuuuchos prejuicios sobre la mantequilla de cacahuete antes de haberla usado, no sé vosotros. A ver, esos famosísimos sandwiches de las pelis americanas a mí me sonaban... tirando a mal, la verdad. Yo, que soy de bocadillo tradicional de toda la vida, no hubiese estropeado ninguno de mis recreos con uno de esos sandwiches. Pero es que ESE preciso ingrediente AQUí es un ¡PECADO MORTAL!

Lo especial de estas cookies es que quedan blanditas, no tan crujientes como de costumbre y por supuesto, el toque a frutos secos, el sabor a caramelo del azúcar moreno... En fin, que tenéis que hacerlas para conocer la verdadera felicidad galletil. Vais a alucinar.
Vamos con la receta.

INGREDIENTES ♥ (para unas 30 galletas aprox.)
-115 gr. Mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
-100 gr. Azúcar moreno.
-50 gr. Azúcar blanco.
-1 huevo grande (tamaño L)
-180 gr. Mantequilla de cacahuete (tipo “crunchy” es decir, con trocitos de cacahuete).
-160 gr. Harina trigo normal.
-150 gr. Chips de chocolate (y unos cuantos más para la superficie).
-1/4 cucharadita de bicarbonato.
-1 cucharadita de vainilla en pasta.


Elaboración
-Tamizar la harina junto con el bicarbonato y reservar.
-Batir la mantequilla con el azúcar. Cuando esté homogéneo, sumar la mantequilla de cacahuete, el huevo y la cucharadita de vainilla.
-Añadir la harina y mezclar hasta que se incorpore, ¡con cuidado de no sobrebatir, pues eso hará que las cookies se endurezcan!
-Por último, echar los chips de chocolate al gusto (yo echo unos 150 gr. más o menos, pero esto no tiene por qué ser exacto).


-Hacer bolas con la mano del tamaño de un “Ferrero Rocher” (aproximadamente). Ponerlas en una bandeja sobre un papel de horno (o papel vegetal), dejando un espacio de 4 cm. entre ellas, y clavar en la superficie de la galleta más chips de chocolate o M&M’S. Al clavar los trocitos de chocolate, la bola se aplana un poco, pero no debéis aplanarlas más, pues las cookies toman su forma durante el horneado. Refrigerar de 30 minutos a 1 hora (no os saltéis este paso).
-Hornear a 180º de 8 a 13 minutos (depende del tamaño de la galleta y de cada horno). Están listas cuando empiezan a tomar un color dorado.
-Dejar enfriar en la bandeja del horno unos 8 minutos y luego pasarlas a una rejilla para que se enfríen por debajo y pierdan la humedad.
-Para conservarlas, meterlas en una lata y aguantarán una semana, si no se acaban antes…, que seguro se acabarán .


Animo a todos los amigos que las habéis probado, que sois muchos, a que dejéis un comentario diciendo lo que os parecen estas cookies y si de verdad están tan buenas como yo digo, ¿o lo mío es pasión bloggera? Jajajaja.

¡Hasta pronto!

Besos a todos

7 nov 2013

¡Cumpleaños Feliz!



El sábado pasado celebramos el cumple de mis peques. Cumplían 4 y 2 años y elegimos un día intermedio entre las dos fechas reales de sus verdaderos cumpleaños para el evento. Además de reunir a quince pequeñajos, las mamis y papis aprovechamos la ocasión para echar un ratillo de risas y conversación, nos contamos qué tal estamos, cómo nos van las cosas y nos ponemos al día de todo.

Esta vez alquilamos un local fantástico, que además del "parque de bolas" de turno, cuenta con otra zona de juego donde hay marionetas, cocinitas, disfraces, sofás... Está todo muy bien pensado para que niños y mayores pasemos un rato agradable.

Me moría de ganas por preparar una mesa-dulce para este día, toda preciosa y bien presentada. Hacía meses que iba haciendo acopio de cosas monas, pensando en los colores, en todos los detalles... Y por supuesto, preparé cupcakes y galletas personalizadas para los niños. Como veis, no quedó nada mal, sobre todo teniendo en cuenta que era la primera vez que hacía algo así.


Hice dos recetas de cupcakes:

Cupcakes de chocolate intenso con ganache de chocolate negro.

Cupcakes de crema de cacahuete con frosting de nocilla y relleno de crema de cacahuete.

Creo que quedaron muy buenos (al menos eso decían los invitados, -aunque... ¿qué otra cosa iban a decir?... ¡eran los invitados!-) Yo, con el resfriado que tenía, había perdido el olfato y el paladar. Nada me sabía a nada. Así que no probé ninguno. La decoración de los cupcakes fue variada: puse frambuesas naturales y ralladura de galleta Oreo en unos y mariquitas de azúcar sobre una flor de fondant en otros.


Lo de las galletas personalizadas también gustó bastante, sobre todo a las mamás, que siempre valoramos más este tipo de detalles. Eran galletas de naranja, con fondant encima para decorarlas; rosa para las niñas y azul para los niños (0 en originalidad por mi parte, jejeje). Quedaron así de chulas.


Además de mis dulces, en la mesa hubo lugar para una preciosa milhoja de nata, obra de mi amigo Sergio, que es un fantástico repostero, cocinero e inventor de soluciones de todo tipo. Es esa clase de personas que siempre tiene una idea brillante en el momento justo. Ahora que lo pienso... ¡Sergio debería tener también su propio blog! (-Venga, amigo, ¿por qué no te animas?-) Le pedí para la fiesta una de sus famosas y deliciosas milhojas, y la presentó así de bien, con la cara de Pocoyó. ¡Qué artista! La milhoja, buenísima, para no variar... ¡mmmmm! Nos la comimos enterita, sin remedio. Mirad qué pinta.


La decoración de la mesa, en realidad, la hice con cosas muy sencillas. He de decir que para ello Pinterest ha sido de gran ayuda, pues es una fuente inagotable de inspiración. Para empezar, me descargué (de forma gratuita) estos preciosos banderines con el mensaje de "HAPPY BIRTHDAY". Luego los imprimí en cartulinas, los corté, les hice dos agujeritos a cada uno y pasé un lazo estrecho a todo lo largo. Y... ¡tachán! ¡Ya tenía mi banderola!


Tanto el mantel como el fondo son dos papeles continuos de color amarillo (los compré en la papelería de abajo de mi casa). Los farolillos blancos, los platos, bandejas y porta-tartas son de IKEA. Y ahora os cuento un secretillo... Mirad bien este porta-tarta (no sé qué nombre darle al objeto en cuestión, en inglés se llaman "cake-stand"). Fijaos en él atentamente:


¿Os parece bonito, a que sí? Pues en realidad es un candelabro y un plato (ambos de IKEA). Basta con pegar un poquito de "blue-tack" o similar entre las dos piezas (para que no ocurra ningún accidente) y ya tienes un porta-tarta preciosísimo, que le da un montón de "glamour" a la mesa, claro está. Y por mucho menos dinero que si compraras un "cake-stand" de verdad.

El resto de cositas monas de la mesa (véase: pizarritas, vasos de lunares, botellitas de cristal, pajitas) las compré en "The Craftcake Mama", una maravillosa tienda on-line sobre artículos de papelería, decoración, repostería y mucho más. Yo me enamoré de estas botellitas en cuanto las vi :


Y como la gente no se atrevía a meterle mano a la mesa, pues allá que me lancé yo, para presentar un poco lo que allí había y romper el hielo. Después, sí que comieron, sí. Doy fe de que no quedó ni un solo cupcake


Si queréis haceros una idea más fiel de lo que fue el cumpleaños, podéis ver este vídeo-noticia, hecho por mi maravillosa cuñada, sin duda la más creativa, creadora, imaginativa y genial de todos los allí presentes (sin menospreciar a nadie, que conste). Qué suerte la mía.


Y poco más que contar. Fue una tarde feliz para nosotros. Los niños se lo pasaron en grande, que era de lo que se trataba principalmente. Y se durmieron en el coche antes de llegar a casa, ¡angelitos! 

¡Hasta pronto!

Besos a todos.